Confieso que soy un gran fan de la franquicia Lego,
pero curiosamente sólo me hice fan después de adulto. Aunque no me
interesaban los juguetes cuando era niño, a lo largo del tiempo
empecé admirar la serie principalmente por la manera como ella
logró aprovechar el éxito de otros universos para aumentar su
popularidad – lo que me parece una de las acciones más brillantes
del mundo del entretenimiento.
Es sorprendente la forma como una franquicia que se
basa tan fuertemente en la adaptación de otras propiedades
intelectuales logra derrochar personalidad y mantenerse fiel a su
propuesta, algo que comenzó con los juguetes, pero que se
popularizó cuando llegó al mundo de los videojuegos.
El universo Lego tiene características muy propias,
pero también tiene una estructura suficientemente maleable para
mezclarse con otros universos sin perder su identidad,
transformando esta unión, muchas veces inusitada, en su mayor
atractivo. Cuando vemos un Lego Señor de los Anillos, Indiana Jones
o Star Wars, lo curioso no es sólo la adaptación de estas obras,
sino cómo esas propiedades intelectuales se comportan cuando se las
incluyen en ese universo, de broma y de ingenuidad, que es habitado
por juguetitos que se construye.
Es un ejercicio de creatividad que sigue muy
divertido en esta adaptación de El Despertar de la Fuerza, aunque
no sea una sorpresa, porque la serie ya ha bromeado antes con el
universo creado por George Lucas. Por lo tanto, no es raro que la
TT Fusion se sienta claramente confortable al volver a la era de
los sables de luz y de la Fuerza.
El juego sigue los hechos narrados en la última
película de la franquicia Star Wars y trae diálogos sacados
directamente del cine, lo que algunas veces puede parecer extraño,
ya que las palabras aquí son retratadas en situaciones un poco
distintas de las presentadas en el film. Este problema es mucho más
perceptible en la versión en inglés del juego, que junto a un
excelente doblaje me hace recomendarla en la versión en portugués,
la que cuenta con buenas adaptaciones y me parece más cerca
del videojuego.
Pero existen también diálogos hechos exclusivamente
para el título y gracias a la muy buena mezcla de sonido, que trae
todos aquellos ruidos tan característicos del universo de George
Lucas, y le da mucha personalidad, como si ella quisiera contar una
historia única dentro de este universo.
El humor siempre fue el lado más fuerte de la serie
Lego y eso sigue impecable en El Despertar de la Fuerza, lleno de
referencias a la serie y a la cultura pop en general, pero también
sigue más allá para entretener. Las carcajadas son inevitables al
ver a la Princesa Lea decir “yo lo sé” como respuesta a un chiste
de Han Solo, una broma que será entendida sólo por los que conocen
a Star Wars. El juego está lleno de referencias y chistes como
estos, tal como otras anécdotas a otras películas e incluso otros
juegos de la serie Lego.
Pero el videojuego claramente se preocupa con
aquellos que no conocen el universo creado por Lucas y basa su
humor en las situaciones retratadas y en la propia característica
ingenua e infantil de aquel mundo, como ver a un villano quedarse
enojado cuando su guardaespaldas molesta su risa maquiavélica. Un
humor más “sencillo” y que podría sonar un poco tonto, pero que
aquí está muy bien utilizado en los momentos correctos, lo que
promete hacer que los niños y los adultos se ríen y lo
disfruten.
Por otro lado, en cuestiones mecánicas, el juego
sigue lo que ya conocemos de los juegos Lego. Mientras avanzamos
por las etapas del juego, destruyendo objetos y recogiendo
elementos, el juego nos hace intercambiar entre los personajes, ya
que cada uno de ellos tiene habilidades específicas que necesitan
ser utilizadas y combinadas para que podamos vencer los desafíos
del juego. A veces también encontramos algunos rompecabezas que muy
a menudo son solucionados al destruir objetos de los escenarios
para utilizar sus piezas para construir diversas estructuras que
nos ayuden a avanzar en las etapas. Pero ello no es ninguna novedad
para quien jugó cualquier otro juego de la serie y que aquí sigue
funcionando muy bien.
Pero eso no quiere decir que no tengamos algunas
novedades en cuestiones mecánicas, como la introducción de un
sistema de cobertura, en el que necesitamos escondernos mientras
disparamos contra los enemigos. El sistema añade de manera
satisfactoria los diversos elementos del juego, que tiene una
preocupación casi obsesiva de nunca dejarnos en la misma situación
durante mucho tiempo. Si en un minuto estamos perdidos en un
tiroteo, en el otro ya estamos volando en una X-Wing, para en el
minuto siguiente volver a la tierra para construir un pastel
explosivo gigante (¡sí, eso es realmente posible en el juego!).
La cantidad de elementos está bien distribuida en las
etapas y funciona bien, aunque existan repeticiones de conceptos en
cada una de las fases, lo que no dificulta la experiencia, que
claramente se dirige al público infantil. No hay ningún nivel de
dificultad del juego: las miras son automáticas, prácticamente no
se penaliza el jugador si se muere y hay una estructura corta y de
fácil comprensión, para que no pierdas tiempo al descubrir lo que
necesitas hacer.
Lego Star Wars: El Despertar de la Fuerza es un buen
juego, que trae todo lo que conocemos en las series Lego y que se
preocupa en utilizar los elementos que les gustaron a los jugadores
en los juegos anteriores, pero sin innovaciones. Así, aunque su
partido esté direccionado a los más jóvenes, su humor es universal
y se puede disfrutar.