Segregación e intolerancia siempre estuvieron presentes en la trayectoria de la humanidad. De alguna manera, tenemos inclinación a ver aquellos que son física, intelectual o culturalmente diferentes como personas inferiores – y nuestra historia está llena de hechos abominables que cometemos por cuenta de ello. Mientras que la mayoría de los juegos dejen estos temas complejos de lado, Mankind Divided abraza justamente estos elementos para construir su universo, hecho que no sólo lo enriquece, pero también lo deja asombrosamente cerca de la realidad.

En el juego, volvemos a controlar el carismático y badass agente Adam Jensen, que tras los catastróficos eventos retratados en Human Revolution pasa a trabajar para una agencia gubernamental antiterrorista, mientras secretamente ayuda a un grupo de activistas en el intento de descubrir otras cosas más sobre los Iluminatti, organización que es la grande antagonista de la serie.

Aunque traiga un argumento lleno de conspiraciones, la trama de Mankind Divided se parece a una historia de transición, que explora las consecuencias de lo que ha ocurrido en el juego anterior, mientras deja huellas sobre lo que está por venir. El resultado es una historia poco impactante, pero que se profundiza de manera muy interesante en el universo de este sci-fi.

Uno de los grandes méritos del juego está precisamente en la forma en que explora su mitología, para que podamos entender cómo es este mundo futurista y cómo se ocupa de una época en la que la intolerancia parece haber encontrado un nuevo hogar en la tecnología. Por medio de sus misiones paralelas, embarcamos en historias personales y que nos muestran cómo esta “caza de brujas tecnológica” ha afectado a la población en las más variadas y tristes formas, en tramas llenas de reflexiones y personajes con una buena dosis de profundidad y carisma. Por otro lado, los archivos que encontramos en correos electrónicos, libros y periódicos profundizan aún más la historia de este mundo, enfocando en hechos, corporaciones y personas de formas que muchas veces traen informaciones sorprendentes.

Incluso la ambientación del juego se construye para reflejar un poco del cotidiano de este universo. Pasamos la mayor parte del tiempo en Praga, el epicentro de esta disputa entre “clases”, y el diseño de la ciudad refleja muy bien este enfrentamiento, abandonando el tono dorado utilizado en Human Revolution para adoptar un diseño más sobrio, donde una arquitectura clásica se mezcla de manera poco orgánica a construcciones tecnológicas, presentando la dualidad presente en la metrópoli y la forma como sus habitantes ven a ellos mismos.

Durante nuestra jornada, sentimos el clima de tensión creciente de aquel mundo, mientras vemos casos de prejuicio y abuso de autoridad contra las personas con prótesis cibernéticas, que son ofendidas, rechazadas e incluso agredidas por las autoridades locales. Sin embargo, ninguna de esas hostilidades afecta a Adam, que sólo es importunado periódicamente por guardias exigiendo documentos, lo que suena un poco ilógico y también disminuye la empatía que el jugador podría tener con la situación enfrentada por aquellas personas.

Mankind Divided sigue las convenciones estrenadas por su antecesor y continuamos interactuando con personas, invadiendo espacios y hackeando sistemas para cumplir nuestras misiones, en una rica mezcla de exploración, RPG y acción. El nivel de diseño del juego es brillante en la manera como se han construido sus escenarios para animar al jugador a pensar en cómo utilizar sus habilidades para vencer los desafíos propuestos y la manera en que parece adaptarse perfectamente a sus opciones.

En cierto punto del juego, yo he aceptado una misión en la que necesitaba impedir que un grupo anunciara una determinada información. Cuando he encontrado a esas personas, me di cuenta de que podría resolver esa situación de diferentes maneras: convencerlos a no publicar la información, negociar el silencio por un favor, o simplemente matar a todos los involucrados. Todas son opciones posibles y que muestran el nivel de libertad que el juego trae, especialmente en sus misiones paralelas.

Esta libertad también se extiende para el uso de nuestras habilidades, que continúan evolucionando por puntos de experiencia (XPs) y que presentan una buena dosis de opciones, sea para los que quieran jugar a ninjas y pasar completamente desapercibidos, como para los que prefieren dejar la furtividad de lado y disparar en los villanos.

Todas las habilidades del juego tienen su utilidad y el juego nos anima a estar siempre jugando con nuestras mejoras, de modo que difícilmente una habilidad que has elegido será inútil por mucho tiempo. Las etapas del juego se construyen exactamente para que explores tu potencial, entonces basta mirar a tu alrededor, identificar las posibilidades y disfrutarlas. ¿Los guardias están impidiendo tu camino? ¿Qué te parece quedarse invisible y pasar por ellos como si nada hubiera pasado? ¿O tal vez recoger aquella caja pesada y utilizarla para subir en el sistema de ventilación hacia la cumbre?

Si te da igual llamar la atención, prepares tu arma, tu equipo y tu armadura, porque podrás disparar contra los villanos. Como te he dicho, la opción es tuya y no importa cómo quieras jugar, la diversión está garantizada, pues la forma en que siempre estamos utilizando nuestros poderes nos hace sentirnos verdaderos agentes secretos superpoderosos, lo que siempre es chévere.

A pesar de algunos problemas técnicos, con caídas en la tasa de cuadros y pésima sincronización labial de los personajes (problemas que espero se resuelvan en las actualizaciones), Mankind Divided es un gran juego, que agradará a los que ya conocen la serie Deus Ex y también a los que se están aventurando en este universo por primera vez.