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Los bolsillos estarán afectados de nuevo
En estos momentos Xbox está pasando por momentos críticos, dado que están perdiendo la confianza del público debido a nuevas decisiones que se involucran a perder la exclusividad de sus juegos, lanzar productos que no terminan de convencer y sobre todo, aumentar los precios de servicios y consolas. Con esto de trasfondo, se podría pensar que el asunto ya no puede ir peor, y parece que aún no ha terminado.
Un nuevo informe sugiere que la empresa podría enfrentar otro incremento en los precios de sus aparatos debido al encarecimiento global de la memoria RAM. La información proviene del canal Moore’s Law Is Dead, que asegura que representantes de ventas de Microsoft han comenzado a advertir sobre un impacto inminente en Xbox Series X y Series S. El panorama apunta a que los costos de componentes clave podrían obligar a ajustar precios o incluso provocar problemas de abastecimiento.
La escalada en el costo de la DRAM sería el detonante principal. De acuerdo con el reporte, los contratos de memoria han aumentado más de 170% en comparación interanual, impulsados por un acuerdo entre Samsung, SK y OpenAI firmado en octubre. Este convenio destina casi la mitad de la producción mundial de DRAM a los centros de datos Stargate, lo que ha generado escasez y presión sobre el mercado. Como consecuencia, varias compañías habrían quedado expuestas a la falta de componentes esenciales.
El presentador Tom, del canal MLID, afirma que Microsoft no anticipó el repunte de precios y ahora enfrenta decisiones difíciles. De acuerdo con sus fuentes, es posible que Xbox Series X y Series S aumenten de precio “muy pronto”, o que la disponibilidad se reduzca drásticamente en los próximos meses. Las advertencias habrían sido transmitidas directamente por personal de ventas de la compañía, señalando un efecto inminente sobre la línea de hardware.
En contraste, PlayStation estaría en una posición mucho más favorable. El informe indica que Sony habría comprado grandes volúmenes de RAM cuando los precios estaban en niveles bajos, asegurando inventario suficiente de GDDR6 para varios meses. De confirmarse, esta planificación previa le permitiría sortear la crisis de costos y mantener estabilidad en su hardware mientras Xbox enfrenta un escenario más incierto.