Usarán esta herramienta digital

SEGA confirmó que recurrirá al uso de inteligencia artificial para mejorar la eficiencia en el desarrollo de videojuegos, una decisión que llega en medio del incremento sostenido de los costos de producción y de un rendimiento comercial por debajo de lo esperado. La compañía aclaró que su implementación será limitada y cuidadosa, enfocada únicamente en procesos no creativos para evitar reacciones negativas entre jugadores, artistas y desarrolladores.

El anuncio se dio a través del resumen oficial de preguntas y respuestas del informe financiero correspondiente al segundo trimestre de 2026, publicado el 3 de diciembre. En él, los ejecutivos explicaron que, si bien la industria presiona hacia proyectos de gran escala, SEGA buscará equilibrar esa tendencia con herramientas que permitan agilizar tareas internas sin comprometer la parte artística. Reconocieron también que áreas como la creación de personajes podrían generar resistencia si la IA se usa de manera intrusiva.

Los fanáticos no tienen de qué prepcuparse

La compañía detalló que su división de Contenidos de Entretenimiento, responsable de franquicias como Sonic, Persona y Yakuza, reportó ventas por $141.7 mil millones de yenes y un ingreso operativo de $18.7 mil millones en el mismo periodo. Sin embargo, a pesar de lanzamientos bien recibidos como Sonic Racing: Crossworlds y Football Manager 26, el rendimiento quedó por debajo de sus propias proyecciones, afectado por la preferencia de los jugadores hacia títulos independientes y producciones AAA. Esto ha dejado a las propuestas AA del estudio en un terreno competitivo más complicado.

El giro estratégico ocurre en un contexto donde parte de la industria japonesa expresa preocupación por el impacto de la IA en el trabajo creativo. Casos recientes, como el de un desarrollador que ahora exige pruebas de dibujo presencial para evitar contratar a “fraudes de IA”, han incrementado el debate. Frente a ello, SEGA intenta presentarse como un participante prudente, dispuesto a aprovechar la tecnología únicamente para optimizar procesos sin reemplazar el talento humano que define la identidad de sus franquicias.